19 diciembre 2006

Oleada...


Oleada fresca de mar, oleada.
Oleada que empapa tus sentidos, que te penetra.
Que te penetra de afuera hacia adentro, que se incrusta.
Que se incrusta y te hace suyo, tal que un molusco.
Que te penetra y te transmuta, que te divide el corazón en dos.
Uno de verdad y otro de mentira.
Y el de verdad vuela lejos liberándote deliberadamente.
Y el de mentira se queda contigo
protegiéndote contra la brutalidad del mundo.
Amparándote, poniéndote a cubierto.
Para no sentir...
Para no sentir nunca más el dolor agónico de la tierra.
Para no sentir nunca más la destrucción vital del planeta.
Para no sentir nunca más el dolor profundo de tus vísceras
que caminan erróneas por un atajo que no conduce a ningún lugar.
Para no escuchar nunca más aquellos que lloran porque no tienen patria.
Aquellos que lloran porque no tienen a nadie a su lado.
Aquellos que lloran porque el llanto inunda sus manos vacías,
vacías de barro y de oleadas de mar.
... A los que lloran porque son diferentes.
... A los que lloran porque no tienen lágrimas,
tan sólo una oleada salobre en sus ojos ...
... una oleada salobre ... en absoluto una oleada fresca de mar ...
... oleada de mar... oleada fresca ... oleada ...

Jordi Gomara. Vallromanes, 19 de diciembre de 2006. Tiempo de nieves

Ver la versión original en catalán

Imagen extraída de: http://www.canarynet.com/fondos/index.htm

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