19 noviembre 2007

Reflexiones pre-electorales 'sin demasiada importancia'

A menudo paso días dándole vueltas a la cabeza sobre temas para escribir; tengo varios pero me cuesta concretarlos. La política a veces es de un aburrimiento tremebundo. Los partidos políticos juegan con nosotros, lo tengo muy claro. Al final manda quién manda y el amigo de Sarkozy, Luc Ferry, lo sabe muy bien y así lo cuenta; de eso hablaré en un próximo artículo. Por otro lado, hablar de las miserias políticas cotidianas me parece una pérdida de tiempo extraordinaria; forma parte del show político, como también diría Luc Ferry, exministro de Educación, entre otras cosas, en el Estado Francés. Otros lo hacen, lo respeto, y me parece bien que lo hagan, yo generalmente prefiero ir a las raíces de las cosas, como Descartes, más que quedarme en aquello puramente aparente.

La cuestión es que hoy entré en el blog de Max y los chatarreros y leí su artículo ¿Elecciones, necesidad de votar? y ví entre otras cosas que decía:


"Son contados los que hablan claro, y al común de los mortales le escuchas en la calle quejarse y comentar:

-Son todos iguales, no merece la pena ir a votar-

Precisamente eso es lo que quieren que consideremos, ¡ahí nos quieren llevar! Convencernos de la conveniencia de la deserción, que todo sigue igual a como lo dejó el criminal que con sus despojos alimenta las ortigas del valle de los yostrados"

Y, entonces te sucede aquello que acostumbra a pasar de que piensas que no puedes dejar de añadir un comentario. Y he aquí, que después de algunos días sin haber escrito nada, ahora reconoces que has sido capaz de hacerlo, sin pensarlo, sin dar demasiados rodeos, de manera espontánea, fresca, sin intento consciente de "ningún tipo de manipulación", sin premeditación alguna. Y, a veces esos comentarios son los más interesantes, los más profundos, los que surgen de repente, porque han estado creciendo durante tu aprendizaje vital, social y político y se han ido añadiendo a tu experiencia y conocimiento de manera latente.

Bueno, no voy a alargar la cosa demasiado, así que os dejo el comentario que le he puesto en su artículo a Max:

Yo voto, e incluso a veces he animado a la gente a votar, pero no estoy de acuerdo con varios de tus argumentos; principalmente al que se refiere a que la gente en el estado español se desanima porque los herederos del franquismo ya se encargan de recordar que todo sigue igual. Que la derecha vota, SÍ, de acuerdo. Que la izquierda es más abstencionista, por supuesto y tiene su lógica. Pero ¿acaso vota menos la gente en el estado español que en el francés, que en el alemán, etc.? No, para nada, no es cierto. Después de las dictaduras la gente se enfrasca más en votar, piensa que una vez muerto el perro se acabó la rabia y hay que acudir a las urnas en masa. Pero cuando pasadas las décadas la gente comprueba que su voto tampoco cambió nada que fuera sumamente importante -contando que los cambios más grandes se han producido por presiones de la gente en la calle y no porque los políticos hagan gran cosa-, sumado a las mentiras, promesas no cumplidas, corrupciones, etc., es cuando la gente se desanima y deja de votar. Sí, lo hace la gente de izquierda porque son los que desean que hayan cambios que no ven. La derecha vota siempre porque quiere que todo se mantenga como siempre ha sido, la brutal diferencia entre 4 que manejan el negocio y la masa, nosotros, que cedemos nuestro tiempo, nuestro esfuerzo de trabajo, nuestra sumisión ante el jefe en la empresa, etc. para que ellos vivan, para que ellos sigan viviendo muy bien, mientras los jóvenes cada vez lo tienen más difícil para emanciparse, mientras los servicios básicos suben, como mínimo, un 13, 20, 25% cada año cuando el IPC se situa normalmente en los 2,5 y los sueldos si suben lo hacen no más del 2%, y cada vez cuesta más llegar a fin de més, cada vez el carrito de la compra es más caro y tu bolsillo anda con más agujeros. Por eso la derecha vota, y por eso la izquierda se desanima, cuando no lo hace también como abstención consciente. Y en eso no nos diferenciamos con el resto de países que llevan una larga trayectoria de democracia liberal (no participativa), y está muy visto, cuanto mayor es el tiempo que se lleva votando en un país mayor es el número de abstencionistas. La experiencia en democracia liberal (no participativa) hace que paulatinamente crezca el abstencionismo. Y este abstencionismo sólo decae cuando se presenta en el panorama político una fuerza con posibilidades de ganar y que represente un cambio real; pero eso no se está dando hace mucho tiempo, y la última experiencia del primer gobierno del PSOE donde la gente se volcó produjo una decepción enorme en el electorado de izquierda.*

Yo lo veo así, pero también lo escucho así, lo vivo así y veo lo que hay a mi alrededor. "No és això companys, no és això pel que varen morir tantes flors".


Saludos fraternales**

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*Aquí se me olvidó añadir: "y el PSOE actual no es que nos haya dado demasiadas alegrías tampoco"

**Y como veo que Max es un seguidor de Kalvellido, y pone un dibujo de él en su artículo, yo le añadiría otro también de Kalvellido, a ver que le parece:



Gracias de nuevo, Jimmy, por el dibujo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Comentario maestro. Poco más que decir desde aquí. Muy cierto que la llamada izquierda tiene multitud de problemas pero esa obligación moral, legal según en que lugares, de votar, no puedo evitar que me resulta simplista, impositiva y autocomplaciente. Un gusto leer una opinión - además de un confeso votante - que mantiene firme el razonamiento frente a esa opinión predominane.
Gracias,
Daniel

Jordi Gomara (itaca2000) dijo...

Sí, yo siempre me pregunto por qué motivo tanta gente de "izquierda" promueve contínuamente el ir a votar y pone el grito en el cielo ante la abstención.

Thanks for your comment

Greetings

Anónimo dijo...

De nada Jordi, gracias a ti por seguir al pie del cañón. Y cada día mejor, por cierto.

Un saludo.