29 octubre 2007

Una izquierda sin objetivos (I). Grupos de izquierda. El PSOE. El caso de Navarra

Este escrito viene al cuento de que soy miembro y formo parte de la asamblea de algunos grupos de bloguers en los que habemos personas de diversos ámbitos del espectro político de lo que se suele llamar izquierda. La forma de trabajar de las asambleas es a través de una lista de correo electrónico, dado que son grupos no sólo de ámbito nacional y estatal sino también de ámbito internacional, o sea habemos miembros de diferentes estados, donde podemos escribir y recibir los mensajes todos y cada uno de los miembros de la asamblea. No es ningún secreto, teniendo en cuenta las filtraciones hacia fuera que siempre se dan en cualquier grupo humano, que desde hace ya no meses sino casi ya años, las diferentes formas de entender la izquierda provocan discusiones airadas y, a veces, incluso se llega al insulto personal. Temas como el de Cuba, pero también otros anteriores a éste han provocado peleas significativas y la salida de personas de un grupo concreto al que pertenezco. Pero también el creciente interés de un sector en ceder cada vez más a requerimientos desde el propio PSOE y del PSC, especialmente, ha dado lugar no solamente a que hayan marchado miembros muy valiosos, sino que al final la asamblea de este grupo se ha convertido en una mayoría silenciosa y con apenas 4 o 5 personas que participan muy de tanto en tanto, y algunas más en hechos muy puntuales. Una mayoría silenciosa que tiene diversas interpretaciones, pero que no vienen al caso. La cosa está en que cada quién las interpreta a su manera. Quiero dejar claro que hay afiliados al PSOE dentro de este grupo concreto (del que hablo pero que no digo el nombre) que tampoco ven con buenos ojos tanto acercamiento a su partido, dado que uno de los principios que nos guían es la independencia del grupo hacia cualquier partido político y hacia cualquier sindicato y el respeto por la gran y diversa pluralidad ideológica de sus miembros.

Es tan antigua como conocida la forma de funcionar de los poderes queriendo asimilar todo aquello que pueda representar una amenaza al sistema establecido y, a la vez, cuando se trata de un medio que tiene cierto eco, como es el caso de este grupo concreto, les conviene absorberlo con intención de controlarlo y, si se da el caso, para que sirviere de aparato propagandístico en la medida de lo posible. Pretensiones que para el PSOE hoy por hoy no pueden verse reflejadas en la realidad, pues esta asamblea a la que en concreto me refiero no quiere ni oir hablar de ello. No obstante, una y otra vez lo intentan con estrategias diversas. Invitándonos a actos organizados por el partido, a interactuar y/o formar parte de sus redes informáticas, etc. Las personas que suelen asistir a estos actos al principio lo hacían con el beneplácito de la asamblea siempre que no identificaran a nuestro grupo con el PSOE y haciendo evidente, por supuesto, la diversidad ideológica de sus miembros. Sin embargo, y dada la insistencia de participar en cualquier actividad que llevara a cabo el partido, al final la asamblea sugirió que a nadie se le podía negar la asistencia a un evento pero que las personas que quisieran hacerlo fueran a título personal y no en nombre del grupo, sin que fuera necesario solicitar ningún permiso a la asamblea, ni utilitzarla como pretexto para hacerlo. Evidentmente, cada cual puede hacer con su vida lo que le plazca si ello no implica consecuencia negativa alguna hacia terceras personas. No obstante, llega un momento que tanto flirtear con el partido a muchos de los miembros del grupo nos pone en una situación realmente difícil. Y las pretensiones del gran partido, el Gran Hermano, cada vez van a más y tal situación llega a provocar cierto cansancio en muchos de nosotros. Sin embargo creemos que el gran partido insiste en su empeño porque seguramente por intereses diversos se le da pie a ello. Todas las ideas que propone el partido siempre nos son trasladadas a la asamblea por parte de las mismas personas que, además, están afiliadas al mismo. Repito, la mayoría de afiliados al PSOE no quieren que se mezcle al partido con nuestro grupo, no puedo decir todos porque no conozco el pensamiento y las pretensiones de todos mis compañeros. A pesar de ello, por parte de un grupo muy reducido -no suelen ser más de dos personas en la práctica- si que se nos hace diferentes ofertas de colaboración con el partido pero dentro de nuestra indepencia ideológica. Pero conociendo el modo que el PSOE tiene de entender la independencia, como poco la autonomía, estas insitencias en ofrecernos "colaboración mútua con independencia" no resultan demasiado prometedoras. Y a partir de esta explicación introductoria que tal vez le moleste a alguien que pueda sentirse aludido, pero que yo me veo en la necesidad de explicar (a sabiendos que me callo muchas cosas y no proporciono datos concretos) comienzo a desgranar este artículo en "fascículos"

Antes que nada, unas matizaciones que me parecen muy importantes:

  • Si critico a la organización, al funcionamiento o a las actuaciones de un partido político o sindicato, etc., no estoy criticando en absoluto a las personas que lo forman Las afiliadas y los afiliados se encuentran con lo que hay cuando se hacen miembros de estas organizaciones. Su capacidad de poder cambiar alguna cosa es en la práctica imposible cuando no nula simplemente. Además las personas son del todo respetables, pero no siempre sus actuaciones. Un político, por ejemplo, es una persona y, como persona puede ser de lo más respetable (algunos, sin embargo; no todos) pero cuando se pone el "mono de trabajo", por diversos motivos puede llevar a cabo actuaciones altamente criticables. También es cierto que las personas nos organizamos en grupos, no obstante individualmente somos una cosa y grupalmente otra. Uno puede criticar a un grupo, pero esta crítica no tiene necesariamente que ir dirigida a sus miembros de manera individualizada. Y es sabido que en todos los grupos todas las personas no tienen la misma concepción de lo que debe ser el mismo, y generalmente en todos los grupos se dan diferentes subgrupos que piensan, e incluso actuan, a menudo, de diferentes modos. Ni siquiera en los grupos asamblearios que son los que respetan más las minorías -por la propia idiosincracia del asamblearismo- no puede culparse a una persona ni a un subgrupo de ellas de aquello que el grupo como conjunto es y hace. Quiero dejar bien clara esta premisa porque la gente que formamos parte de las organizaciones no debemos jamás sentirnos acusadas por aquellas críticas vertidas contra las mismas. Y en todo caso las críticas no las hacemos gratuítamente y en sentido peyorativo, sino antes con sentido constructivo, y explicamos muy bien en qué se fundamentan para intentar presionar a los grupos para que sean cada vez más receptivos y participen gradualmente de aquello que, en el sentido más profundo de la palabra, llamamos democracia.
  • El espectro político es un continuum Izquierda..........|..........Derecha y la izquierda (según su forma de organizarse) es también un continuum (Anarquismo individualista, Anarquismo Social, Comunismo Libertario) -- Izquierda con organización asamblearia-------------|-------------Izquierda con organización jerarquizada -- (Social-liberalismo, Liberalismo progresista, Tercera Vía, etc.) Estos dos grupos que pongo entre paréntesis pueden ser considerados muy a menudo como no pertenecientes al espectro político de la izquierda. Sin embargo cuando se les considera izquierda su ubicación exacta en el continuun es sin duda ésta. No para pocos estudiosos, sin embargo, el primero (las versiones diferentes del anarquismo), que pueden tener muchas matizaciones pero que, al final, se opta por una reducción del mismo por el hecho que en la práctica las divergencias son mínimas y que, incluso, yo podría haber resumido en dos únicas tendencias -anarquismo individualista (ideal, utópico) y anarquismo social (organizado, asambleario y/o anarcosindicalismo)- es la única izquierda posible. Y en el segundo caso (los liberales en sus diferentes versiones) aunque en lo social algunos se consideren así mismos de izquierda, muchos estudiosos los sitúan en el espectro político de la derecha. Y no carecen de cierta razón. Dentro de lo que hemos situado como izquierda podríamos también incluir nombres de partidos (y de ideologías), pero no iremos tan lejos. A pesar de ello, es necesario prever que cuanto más asamblearia es una organización más se acerca al extremo izquierdo y, cuanto menos asamblearia, más se aleja de éste, y tal cosa no es teoría, sino aquello que es observable en la praxis política. Por ello hablar de transversalidad pura es dejarnos llevar a engaño y, en la pràctica, es imposible. No es nada de extrañar que aquellos grupos que se han autoproclamado com transversales han ido diluyéndose en el tiempo, pues la tranversalidad per se en política no tiene ningún sentido, o se tiene una visión social del mundo, no coercitiva, solidaria, basada en la igualdad de las personas, etc. o se tiene una visión autoritaria, dirigista, competitiva, donde se promueven las desigualdades, etc.
  • Y ¿por qué he llevado a cabo estos continuums? Por dos razones:
      • Porque toda organización humana se forma en base a un objetivo o finalidad, con la intención de llegar a algún sitio en concreto, con una idea de cómo podría conformarse la sociedad o con un interés lucrativo y/o de poder o con un interés de influencia social o de ayuda, o de auto-ayuda, con valores altruístas o no, etc., pero siempre teniendo en mente una finalidad concreta u objetivo a corto, mediano o largo plazo y, tal cosa ubica a toda organización de una manera determinada en este continuum
      • Para justificar que los militantes de base de los partidos socialdemócratas en lo social en un plano teórico, pero en la práctica neoliberales en lo económico (siempre incidiendo en aquello observable, y que no se distancian demasiado del social-liberalismo desde un punto de vista teórico actual) no tienen poder de decisión, debido a la propia estructura tan jerarquizada de esas organizaciones políticas. Sucede lo mismo con los sindicatos y los podríamos fácilmente colocar en un continuum aproximado. En un extremo tendríamos aquellos donde la cúpula es quien toma las decisiones y en el otro aquellos donde son las bases quienes las toman, en el último caso nos referimos, evidentmente, a los sindicatos anarcosindicalistas y/o asamblearios que suelen también denominar "alternativos", que no reciben subvenciones del estado en general, que aplican comúnmente la acción directa y/o las directrices marcadas en asamblea. Estos sindicatos que son muchos y agrupan a un número enorme de trabajadores y trabajadoras no pueden participar en los macro-acuerdos a nivel estatal. Los grandes que por el motivo tal vez de ser tan grandes, y por su situación en el espectro político, han ido tomando una forma de organización altamente burocratizada y jerarquizada que, en la práctica, provoca que la distancia entre un afiliado y la ejectuvia sea tan grande y complicada que da como resultado que su funcionamiento acabe dependiendo de las decisiones de la cúpula. Además, la cúpula llega a acuerdos con las empresas, con el estado, y con otros agentes que, muy a menudo, no sólo ya son totalmente desconocidos por las bases, sino también, muy a menudo, por los mismos delegados sindicales. Eso es bien sabido, no me invento nada en absoluto.
Y ahora ya casi finalizando, hoy hablaremos del PSOE debido a que, para bien o para mal, en el grupo al que pertenezco hay un importante número de personas ligadas, de una manera u otra, a dicho partido (no tantas como pretenden hacernos creer desde algunas "facciones" ) o a sus variantes regionales. Digo regionales dado que pretender denominar nacionales o ni tan sólo federales a la mayor parte de los partidos socialistas de las diferentes comunidades autónomas integradas en lo que se suele llamar Estado Español, sería caer en una gran mentira. Recordad lo que pasó en Navarra y que encontramos documentado en Wikipedia:
Tras las elecciones municipales y forales el PSN quedó relegado a ser la tercera fuerza política en Navarra y, tras más de dos meses de negociaciones y en contra de lo acordado por 104 votos a 1 por la federación navarra del PSN que deseaba un gobierno tripartito PSN-Nabai-IU, desde la direccion general del PSOE se impuso el apoyo al gobierno de UPN- CDN, absteniendose en la votación de investidura de Miguel Sanz que será nuevamente reelegido. Así mismo también apoyó el acceso de la alcaldía de Pamplona en la persona de la candidata regionalista, Yolanda Barcina, aunque en otros ayuntamientos navarros acordó pactos con Nafarroa Bai e Izquierda Unida.
O sea, es tal la forma de entender la democracia en este partido que, en contra de lo acordado por 104 votos a 1 por una supuesta federación que por si fuera poco se llama partido, o sea el Partido Socialista de Navarra, se le obliga desde "la dirección general" del PSOE a cambiar el rumbo de la política de una, si no nación, digámosle comunidad autónoma. Entonces ¿por qué se llama Partido Socialista de Navarra y no simplemente Federación regional del PSOE en Navarra?, aunque ni eso, ni siquiera podría considerársele una federación, habida cuenta que su autonomía es nula. Entonces mejor llamémosle sucursal del PSOE en Navarra. Pues sabemos muy bien que una federación es lo siguiente:
1 f. [LC] [PO] Unión política de diversos estados que respeta su autonomía en los asuntos internos y confía a órganos compartidos las competencias de interés común, como la defensa, el comercio exterior, etc.
2 1 f. [LC] Unión de sociedades, que tienen un fin común, en una de superior que las representa.
2 2 f. [SP] Organismo que agrupa los deportistas, los equipos o los clubes que practican una misma modalidad deportiva, con la finalidad de fijar los reglamentos y de organizar competiciones.
Así pues, una federación es un ente autónomo y diferentes fedaraciones forman una confederación, pero ni siquiera el PSOE es una confederación, porque el órgano máximo de gobierno, en teoría, se denomina congreso federal y no confederal. En Wikipedia hallamos también la siguiente información:
Cada federación del PSOE se organiza de manera autónoma. Hay una federación del PSOE en cada comunidad y ciudad autónoma.
Así a nosotros ya no nos queda demasiado claro qué significa autonomía para este partido, pues los hechos ocurridos en Navarra nos explican lo contrario, habida cuenta que el concepto autonomía significa lo siguiente:

1 f. [LC] Calidad de autónomo.
2 1 f. [LC] [PO] [DR] Facultad de gobernarse por sus propias leyes.
2 2 [DR] autonomía administrativa. Autonomía de la cual disfrutan los municipios, las provincias y otros entes.
2 3 f. [PO] Comunidad autónoma.
3 f. [DR] autonomía de la voluntad. Principio en virtud del cual los sujetos jurídicos pueden convenir libremente sus relaciones.

Repetimos, no entendemos demasiado bien qué significa el concepto autonomia para el PSOE. De hecho sí, significa que el PSOE, como el PP, son partidos altamente centralistas i altamente jerarquizados i dirigistas, y de aquí se desprende la idea que tienen del estado español como unidad inseparable, centralizada i entendiendo la autonomía como una subyugación al poder central. Todo otro discurso es falso, y así lo demuestran los hechos de Navarra y la negativa sistemática por parte de Zapatero a que el propio gobierno del País Vasco pueda convocar un referéndum ni que sea consultivo. Centralismo extremo de aquí mando yo. Ingerencia en la política de las autonomías tanto dentro del ámbito de su partido como dentro del ámbito de las comunidades autónomas. ¿Quién es nadie para decir a un pueblo, o a su gobierno elegido por éste, si puede convocar una consulta popular o no? ¿Con qué sentido de la ética y con qué "talante" se puede mantener esta prohibición de llevarla adelante? ¿Quién es la dirección general del PSOE para decirle a una federación que se le presupone, ya por el hecho de serlo, su propia autonomía, con quién puede pactar y con quién no? Y después se atreven a llenarse la boca con palabras como democracia, libertad, etc.

Hoy lo dejamos aquí finalizando con el extracto de un artículo d'En Papitu, miembro de Red Progresista:

El lehendakari Ibarretxe puede haberse lanzado una vez más a una piscina vacía tal y como lo hizo con la propuesta para la convivencia en Euskadi (conocido popularmente como plan Ibarretxe). Verdad o no, también podemos discutir la idoneidad del momento (teniendo en cuenta las elecciones del mes de marzo), podemos discutir la idoneidad de hacerlo en un escenario donde ETA sigue en activo (y matando), podemos hablar de muchas cosas pero lo que no podemos discutir es su legitimidad. Tanto la declaración universal de los derechos humanos como la carta fundacional de la ONU dejan claro que los pueblos tienen el derecho a la autodeterminación. La negación de este derecho es a todas todas, un desafío a la democracia.

Las reacciones a medio camino de la histeria de los líderes del PP y el PSOE son vergonzosas. Llegar a decir que una consulta sobre la autodeterminación de Euskadi la deberían votar todos los españoles, viene a ser como argumentar que el divorcio sólo puede concederse cuando es querido por ambas partes.

  • El extracto del artículo d'En Papitu ha sido traducido también de manera literal

  • Fotografia: La roZa (¿)Zocialdemocrata(?) del pZoe en la "Zociedad del bieneZtar". Jordi Gomara. Vallromanes, octubre de 2007

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Menudo plantel... El tema además es ese, hacer lo que haces, mantener una postura crítica y ahora más que nunca si hay un hipotético partido de izquierdas en el gobierno estar encima de él desde ese entramado progresista. Ponerse cuatro siglas no debería evitar ser críticos con el poder...
Saludos,
Daniel

Jordi Gomara (itaca2000) dijo...

Creo que lo has resumido muy bien. Para mí, ese es el problema. Ser de izquierda y progresista no creo que consista en criticar al PP como casi único objetivo para desgastarlo y para que sean "más buenos". Consiste en estar luchando contra el poder (estar luchando siempre, ser crítico constantemene, ir más allá), mientras este poder esté en manos de un partido, sea éste del signo que sea, dado que la soberanía recae en el pueblo y todo sistema donde hayan unos representantes políticos que sometan al pueblo a sus diretrices, y no al revés, va contra el concepto de democracia. Recaiga éste en un hipotético partido de izquierda o en un partido de derecha.

Nuestro fin, entiendo, que no es estar diciendo exclusivamente que malos son los del PP. Porque si dedicas tu esfuerzo a desgastar al PP lo único que conseguirás es que los políticos del PP se pasen al PSOE, como otras veces se ha dado en un sentido o hacia el otro.

Yo entiendo el fin de la izquierda -dado que todo grupo o movimiento tiene un fin u objetivo, eso no puede negarse jamás- como una lucha constante contra ese poder coercitivo, para hacer el mundo más libre, para que haya más igualdad, para que llegue un momento, incluso, en que ya no se necesiten ni partidos políticos porque ya todos seamos ciudadanos que nos podamos tutear y decidir sobre nuestros asuntos individuales y grupales.

No entindo que podamos quedarnos de brazos cruzado complaciendo ese bipartidismo que se reparte el poder, unos de manera más suave, otros de manera más grotesca. Si no intentamos si quiera acabar con la posibilidad que exista esa alternancia (centro/derecha-centro/izquierda)(???) en el poder, creo que nuestros esfuerzos seran baldíos.

Ser progresista, entonces, entiendo que debe ser luchar como si la utopía fuera posible, aún no lo fuere, porque pensar que se ha llegado a la perfección o se está muy cerca es dejar de ser progresista, es quedarse estancado.

Greetings and thanks for the comment.