17 mayo 2006

Pascualito "el chocolatero" o como tu propio partido te prepara la encerrona

Es impresionante la tomadura de pelo de “nuestros representantes” que trabajan “en pos de la democracia”. El presidente de la Generalitat de Catalunya, Pasqual Maragall, destituye del gobierno a los consejeros de Esquerra Republicana de Catalunya. Primera cosa que no tiene mucho sentido, si ERC, PSC y ICV son socios de gobierno y siendo éstas las tres fuerzas que eligen al presidente por mútuo acuerdo, como se entiende que el presidente, que además representa a los tres partidos, pueda separar a uno de sus socios –el mayoritario además- del gobierno si ni tan solo ha tenido lugar una moción de censura. La ley lo permite, el presidente puede cambiar a sus consejeros (ministros), pero no debe olvidarse que el gobierno está compuesto por tres socios y tal sociedad no parece lógico que pueda deshacerse de manera impune desde una de las partes únicamente, pero, en la práctica así ha sido. ¿El motivo? Evidente: el presidente de la Generalitat, miembro de un partido catalán llamado PSC recibe órdenes de sus jefes de Madrid. Pasqual Maragall se ha quedado solo y no parece estar muy contento con la destitución de los consejeros de ERC. (Recomiendo leer el artículo de mi amigo Saül Gordillo).

Motivo aparente de la decisión tomada por Pasqual Maragall: los miembros de un gobierno pueden discrepar, pero cuando hay que defender una postura, ésta debe ser unitaria, y el NO al Estatut d’Autonomia defendido por ERC desde sus propias bases (las asambleas del partido) rompe con la postura que mantienen los dos otros socios del gobierno. Pero hay dos detalles importantes que no pueden obviarse:

- La reforma de Estatut d’Autonomia no es un proyecto surgido del gobierno, ni de sus miembros, ni de los socios de gobierno, sino que es un proyecto emanado del Parlamento, con diferentes partidos y donde cada uno de ellos puede tomar la postura que más le parezca conveniente según su ideario y programa político

- Nunca se ha consensuado una postura gubernamental en torno a la reforma de Estatut de Autonomia, sino que se ha pretendido forzar a uno de los socios del gobierno a adoptar una posición respecto a un acuerdo que se ha tomado en Madrid entre el presidente del gobierno español y el jefe de la oposición al gobierno catalán; cosa que no parece la más deseable, dado que la oposición no es el gobierno, sino todo lo contrario, y si bien, en un principio, esta oposición mantenia una postura unitaria con los tres partidos que forman el gobierno de la Generalitat para defender el proyecto de reforma aprobado en el parlamento catalán, luego, como es bien sabido, ellos acordaron lo que les convino, en solitario con el presidente español, rompiendo así el pacto de postura unitaria. (Ver artículo de mi amigo Garrofaire)

A continuación –el mismo día que los consejeros de ERC traspasan sus carteras a los nuevos consejeros socialistas- el presidente del gobierno catalán afirma que el tripartito tiene todavía mucho futuro por delante. Tal cosa enoja al presidente de ERC que dice, seguidamente, que tal afirmación es algo que no llega ni a broma de mal gusto, pues si ERC ha sido separada del gobierno ¿que sentido tiene hacer suponer que el gobierno tripartito tiene aún mucha vida por delante?

Para mí está muy claro, Pasqual Maragall no está de acuerdo con haber “despedido” a sus socios de gobierno, pero ha sido obligado a ello. Y por otro lado, tenemos al Sr. Artur Mas que nunca digerió la derrota electoral y que está esperando que a río revuelto haya ganancia de pescadores. Ahora se abren muchas incógnitas en Catalunya. El desastre de reforma de Estatut que han aprobado las Cortes Españolas, creo que debería pasar a mejor vida, como le pasó al malogrado proyecto de Constitución Europea. Como es de esperar, pronto deberan convocarse elecciones al Parlament Català, dado que este extraño gobierno en minoría que ha quedado en Catalunya estaría destinado a ser devorado por los ávidos de poder de CiU. Ahora Jordi Sevilla afirma que Montilla sería un buen candidato a la Presidencia del Gobierno Catalán; no mucho después de haber dicho que no era un buen momento para proponer a un “charnego” como presidente a la Generalitat, afirmando que no hay motivo para pensar que los catalanes pondrían en cuestión a un presidente que no tuviera “pedigrí catalanista”.

Se quieren cargar, sin duda, a Pasqual Maragall desde las altas instancias de su partido y del partido socialista español, y no con un sentido estricto de democracia y, menos aún, de asamblearismo de partido (en estos partidos como el PSOE y el PSC las cosas se deciden desde las cúpulas como en CCOO y UGT, aquí la democracia cuenta poco, los militantes, los que pagan las cuotas y los que eligen a sus representantes no tienen absolutamente nada que decir, ni tan sólo son escuchados).

Pero la estrategia para quitarse de en medio a Pasqual Maragall, dejándolo en evidencia una y otra vez, les va a dar muy mal resultado. Puede presumirse, sin riesgo a equivocarse, que el PSC, que nunca ha conseguido los suficientes escaños en el parlamento catalán, está cavando su propia tumba, y fuera de Pasqual Maragall, no tiene políticos con suficiente carisma ni con las cualidades suficientes ni necesarias para que tengan la mínima seducción ante el electorado catalán. Y por otra parte, la tozudez en mantener la postura negativa al proyecto de Estatuto Catalán proveniente de las Cortes Españolas por parte de ERC, a pesar del coste que ha tenido que sufrir, dará como consecuencia, no sólo la recuperación de sus últimos votantes, sino que además despertará la simpatía de nuevos votantes hacia este partido. Ahora bien, dudo mucho que ERC, aún así, pueda obtener los suficientes votos como para poder gobernar por sí solo, es evidente, y la sombra obscura de CiU (y su política derechista burguesa) pesa todavía mucho entre el electorado catalán.

Un pacto CiU-ERC para gobernar después de las próximas elecciones me parece dar marcha atrás, ya hemos tenido 23 años de duro continuismo político en Catalunya como para volver a pasar por lo mismo. Pero ¿queda alguna otra alternativa? Me encantaría que ERC pudiera gobernar de nuevo en Catalunya, pero ¿con quién?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno. Felicidades.
Tamb`´en me gustaria que ERC gobernara, Con quien? En solitario!
Con el trasvase de votos de ViU, PSC e INC a ERC, la mayoria absoluta está al alcance.

Salut i república!

T. (G)

Jordi Gomara (itaca2000) dijo...

Algo parecido me han comentado en mi versión del blog en catalán. Supongo, entonces, que puede ser posible.

Salut i república