17 febrero 2007

Los derechos del derecho

No pretendo llevar aquí a cabo un curso de derecho, pero es que leyendo el post del compañero Daniel Isaac que viene acabando como así:

Recuerdo cuando mi hermana Carmen empezó sociología: en una de las primeras clases un profesor les dijo algo así:

" La vida de cada ciudadano es distinta según su estatus social. Imaginen que la vida es una carrera, pues bien; para algunos la linea de salida está más cerca de la meta. Los menos afortunados tienen más recorrido hasta la meta. Con lo cuál se cansan más, redoblan esfuerzos y muchos ni llegan. Mientras esta sociedad admita estas diferencias el éxito no será cuestión de méritos en la mayoría de los casos."

y luego leyendo de esta página sobre un curso de derecho, ésto:


  • Ocupa un lugar central la Declaración Universal de Derechos Humanos, de 10 de Diciembre de 1948:
    • El Preámbulo, en el Considerando 1º establece:

    • Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana.

    • El artículo 1 afirma:

    • Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

    • El artículo 2 Párrafo 1º reconoce que:

    • Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.

    • El artículo 7 establece:

    • Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tiene derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.

    • En la Carta de San Francisco, la Carta Fundacional de las Naciones Unidas, de 25 de Junio de 1945, se declara en el artículo 1.2:

    • Todas las naciones fomentarán la igualdad de derechos de todos los pueblos.

    • En la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, de 2 de Mayo de 1948 se establece en el artículo 2:

    • Todas las personas son iguales ante la ley y tendrán los derechos y deberes que ella consagra, sin distinción alguna.

    • La Convención Europea de Salvaguardia de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, de 4 de Noviembre de 1950, reconoce este derecho cuando afirma en su artículo 14:

      El goce de los derechos y de las libertades fundamentales ha de ser asegurado a todos, sin distinción alguna.

    Veo que las declaraciones de derecho (coactivo lo llaman precisamente) están llenas de contradicciones. Veamos:

    Si yo soy mujer (porque los genes de mis procreadores así lo han dispuesto), soy negra (porque he nacido en África), soy pobre comparativamente con una "occidental" (porque he nacido en el "tercer mundo), soy pobre comparativamente con otras congéneres y conciudadanas (porque mis padres eran más pobres todavía que los de su entorno), además soy nacida en Nigeria (porque mis padres vivían en Nigeria) y quiero emigrar al "primer mundo" tengo problemas (si fuera nacida en el "primer mundo" y quisiera emigrar al "tercer mundo" me abrirían las puertas de par en par"), etc. ¿Qué narices de igualdad y de igualdad de derechos y de derecho a la no discriminación, y de no discriminación al derecho y a la igualdad, y que igualdad ante la ley me está proponiendo esta podredumbre de derechos?

    Si mis padres son blancos, franceses, ricos, soy hombre, etc. ¿acaso no parto de más derechos que los demás? ¿Acaso ya no estoy privilegiado por una desigualdad? ¿Acaso soy igual que la nigeriana en cuanto a todos los derechos de los derechos de los derechos? Pues no. Mientras existan fronteras y control fronterizo, mientras exista la herencia de padres a hijos, mientras existan diferencias por género, mientras existan fronteras en el pensamiento, y mientras no haya tal mezcla de razas y de géneros que cuando alguien salga a la calle le sea tan normal tener en su entorno la misma cantidad de negros, amarillos, rojos, azules y anaranjados, mujeres, travestis, homosexuales y hombres, cojos, tuertos compartiendo la calle, los centros de reunión y decisión, las empresas, mientras haya alguien que debido a su "diferencia" no puede también alzar su voz... no existirá la misma igualdad de derechos y nadie seremos iguales ante la ley y ante nada que se inventen los más retorcidos de los humanos.

    ¿Me entienden ustedes cuando entiendo que hay gente que roba, que mata, que compite, que atropella, que coacciona, que humilla, que grita, que se enloquece y que se suicida?

    Este mundo no es el mío, señores, este mundo es para los chanchulleros políticos. Mucho llenarnos la boca de igualdad, democracia, etc., pero estos conceptos no son nada más que palabras que, de tanto repetirlas en vano, han perdido significado alguno.

    Tal vez si no estuviéramos tan ocupados, tan hiperactivamente ocupados, tan pragmáticamente ocupados, y tuviesemos tiempo para pensar, razonar, reflexionar, mirarnos en el espejo, mirarnos hacia dentro... "pensar, reflexionar, soñar"... (perder una noche escribiendo un pensamiento como éste...). Tal vez si no tuviésemos miedo a tanta diferencia, no nos refugiáramos tanto en el grupo y en nuestra propia diferencia, si no tuvieramos miedo los unos de los otros, los hombres de las mujeres, las mujeres de los hombres, los blancos de los negros, los negros de los blancos, tal vez si no tuvieramos miedo a sentirnos libres, libres de pensamiento, libres de acción, libres para decidir, dudar, equivocarnos y rectificar, libres de ver al otro como libre a su vez, con sus diferencias, con sus dudas, con sus miedos, con sus errores, con su propia debilidad como ser humano... tal vez no hubiésemos montado tantas mentiras sobre otras tantas mentiras.

    Y tal vez el mundo sería diferente.

    2 comentarios:

    Juanlu Gonzalez dijo...

    Hace algún tiempo estuve en una conferencia de García Calvo, defendía que era posible una sociedad como la nuestra con sólo 3 o 4 horas de trabajo al día pero que no era útil para el establishment. ¿Qué haríamos el resto del tiempo? ¿pensar?

    Anónimo dijo...

    Qué gran post Jordi, como casi todo lo bueno desde las entrañas. Además de las muchas verdades me quedo con el concepto que nos tiene donde nos tiene: ese miedo atroz, a la libertad, a la diferencia, a la independencia, a la autonomía... Ese miedo que hace que, al hilo de lo que dice juanlu, prefiramos una sociedad con jornadas de trabajo de 10 horas y tránsitos a la carrera de 2 horas con tal de no enfrentarnos a la obligación de coger al toro por los cuernos. Porque ya no es sólo que al "establishment" le convenga o no (que va a ser que sí), es que ni se intuyen las intenciones de conquistar nada diferente.

    saludos, y que disfrutes el carnaval.