El fin de ETA o 'nunca llueve a gusto de todos'
El pasado miércoles, volviendo de Granollers, iba escuchando en mi automóvil Catalunya Ràdio, porque había descubierto por sorpresa el comunicado de ETA horas después de que sucediera. Y entre todas las entrevistas que efectuaban a personajes diversos, escuché una que me produjo cierta estupefacción. Le preguntaban a un político si ya no debería llevar escolta a partir de entonces. Y él respondió que, al haber anunciado ETA el alto al fuego, les retiraban inmediatamente la vigilancia a todos los políticos y personas amenazadas por la banda.
Lo sorprendente es que dicho político manifestaba la preocupación de su escolta por el hecho de que el “alto al fuego” le obligaba a dejar el trabajo que había estado ocupando durante los últimos años. El personaje en cuestión afirmaba que a su escolta le había “perjudicado” este incidente, y que todos sus compañeros escoltas pensaban más o menos lo mismo y que se encontraban ciertamente intranquilos, pues algunos seguirían su mismo camino al tiempo que otros irían a ejercer otras funciones y supuestamente no cobrarían lo mismo que hasta entonces, dado que la función de escolta tiene un plus de peligrosidad.
El comentarista de Catalunya Ràdio, después de la entrevista exclamó: “ya se sabe que nunca llueve a gusto de todos”. Y es que la cosa es clara: el fin de ETA no es del agrado de todo el mundo y es que realmente hay de todo en la “viña del señor”.
Y así fue como sucedió o, como mínimo, como me la explicaron. Cualquier parecido con la realidad es pura causalidad.
***Imatge extreta de:
http://www.orquestamediterraneo2007.com/hobbies1.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario