A fueramar
No puedo dormir,
la noche me desmide piel adentro.
Ya son las cuatro de mañana,
quizás algo todavía más, y ahora
me acabo de deslechar y me extraño,
la máquina que me desapnea
me desvela el corazón y el alma,
y así se me traba el andar;
y no me lo reconozco, ni siquiera
tus pasos cansados y húmedos de penumbra,
tristes a veces, perdidos tierra adentro,
y este mismo cuerpo que me deshereda
y que me pide un trago de agua que no le puedo acercar,
pues la helada es persistente, y ya sabes
que ahora es tiempo de nieves. Y no ignoras
que el grito éste que gritamos juntos
a ciertas veces es un suspiro mudo
lleno de silencio y espera, y mientras tanto
me estoy dónde suelo, a fueramar
pero a cercaorilla, pues busco la sal
insistente y desesperadamente;
la sal, la sal marinada, y yo mismo
que me pierdo en las palabras que escribo
y que no sé decirte el apellido,
el apellido de todas las noches fornicando
la puta computadora, la puta amante
viciosa, que humedece mis dedos,
y este tratamiento de textos que no hace ningún tratado
trata de adentrarme mar adentro, pero no sabe
que la mar nace de un río y este río
es lluvia nuestra tiempo allá.
Jordi Gomara, Vallromanes, 9 de diciembre. Temps de neus
Traducción del original en catalán A foramar, escrito el día 28 de noviembre de 2005
***Fotografia
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